Me acosa
esta lumbre invisible
y nocturna
Cruz de minera
en busca de plata
que se encorva
Soy un llano
en la defensa
anclada al cielo.
Fronteras de carne
me repliegan
el tejido… el día… la noche…la cama
Al azar
expulso mis cristales
los encajo al mar
viscoso de la sangre
Me rompo cada día,
apago la cara de la tarde
y me ciego a las estrellas
Cuanto añoro el brío
de los dorsos nuevos
ignorantes de la marcha
Como ansío
la dureza del hueso,
la fatal planicie
sobre la piedra, la sequía,
mi noche de mártir olvidado
el sonido de polvo
y fuego impuro.