
Protágoras convino con Euatlo que le enseñaría Retórica para ser abogado y que no le cobraría sus lecciones hasta que Euatlo ganara su primer pleito.
Después de aprender el oficio, Euatlo decidió no ejercerlo nunca, con lo que evitaba tener qu pagar a su maestro. Protágoras le demandó ante los tribunales y argumentó de esta manera:
— Tienes que pagar, en cualquier caso: si yo gano el pleito, porque te obligará a ello el mandato judicial; si yo pierdo el pleito, porque lo habrás ganado tú y esos eran los términos del acuerdo.
Euatlo respondió:
— No estoy de acuerdo. Si gano el pleito no tendré que pagar porque de ello me eximirán los jueces; si lo pierdo, no tendré que pagar porque no habré ganado mi primer pleito, tal como nuestro acuerdo exige.
Tomado del libro: Dos veces cuento, Antología de Microrrelatos.
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