Nuestras risas desbordadas inundan la estancia. El recuerdo de incidentes y travesuras de aquellos tiempos juveniles, nos arranca carcajadas espontáneas, nos fustigan hasta las lágrimas, que, de tantas, se nos escurren entre las piernas.

Nuestras risas desbordadas inundan la estancia. El recuerdo de incidentes y travesuras de aquellos tiempos juveniles, nos arranca carcajadas espontáneas, nos fustigan hasta las lágrimas, que, de tantas, se nos escurren entre las piernas.