Esteban tenía la facultad de soñar cosas que al día siguiente sucedían. Esta vez soñó que andaba sobre la cabeza de un hombre elegante pero sencillo. A su paso las mujeres miraban y de inmediato sentían esa química que les atraía de aquel caballero. En las calles se escuchaban rumores y susurros de las féminasSigue leyendo «Los sueños de Esteban, de Yenitza Anseume.»